¿Cómo se utiliza la farmacogenómica?

VIH

Pruebas genéticas ha reducido drásticamente el número de personas que sufren efectos secundarios a VIH medicinas. Un ejemplo es abacavir, un droga utilizados junto con otros antirretrovirales en el tratamiento de la infección por VIH.

Abacavir es un tratamiento altamente eficaz para el VIH (el virus que causa SIDA) pero alrededor del cinco al ocho por ciento de los pacientes sufren efectos secundarios graves, como erupción cutánea, fatiga y diarrea.

En 2002, dos grupos identificaron una variante genética particular, llamada HLA-B * 5701, como el factor clave en la hipersensibilidad al abacavir.

La naturaleza de estos síntomas sugirió a los científicos que estos pacientes estaban sufriendo una reacción de «hipersensibilidad». Esto significa que sus sistemas inmunológicos estaban produciendo una respuesta exagerada a la droga, como una alergia.

Esto a su vez sugirió que los genes que controlan las respuestas de su sistema inmunológico (ubicado en el complejo principal de histocompatibilidad [MHC]) podrían ser responsables de los efectos secundarios que estaban experimentando.

La teoría de los científicos resultó ser correcta. En 2002, dos grupos identificaron un variante genética en el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), llamado HLA-B*5701, como factor clave en la hipersensibilidad al abacavir.

Se encontró que los individuos con el alelo HLA-B*5701 tenían más probabilidades de tener una reacción de hipersensibilidad al abacavir.

El alelo HLA-B*5701 ocurre con una frecuencia de alrededor del cinco por ciento en las poblaciones europeas, el uno por ciento en las poblaciones asiáticas y menos del uno por ciento en las poblaciones africanas.

El alelo HLA-B*5701 ocurre con una frecuencia de alrededor del cinco por ciento en las poblaciones europeas, el uno por ciento en las poblaciones asiáticas y menos del uno por ciento en las poblaciones africanas.

Ensayos clínicos ahora han demostrado que la detección de HLA-B*5701 en pacientes antes del tratamiento ha reducido drásticamente el número de efectos secundarios que se experimentan por el uso de abacavir. En las personas que tienen el alelo HLA-B*5701, se evita el abacavir y se administran tratamientos alternativos contra el VIH.

La prueba es altamente rentable y ahora es una parte rutinaria de la práctica clínica en el Reino Unido.

Artritis reumatoide

La azatioprina es un inmunosupresor, lo que significa que amortigua la actividad del sistema inmunológico del cuerpo. Se utiliza para ayudar a prevenir el rechazo después de las operaciones de trasplante de órganos y también para tratar una variedad de inflamatorios y Enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.

Las personas con artritis reumatoide pueden hacerse una prueba genética para ver si la azatioprina será un tratamiento eficaz para ellos.

En algunos individuos, la azatioprina no se activa correctamente en el cuerpo. Como consecuencia, la azatioprina no convertida se acumula en su médula ósea, matando en desarrollo glóbulos blancos y dejar al individuo vulnerable a la infección.

La conversión de azatioprina en su forma activa es catalizada por un enzima llamada tiopurina S-metiltransferasa (TPMT). Algunas variantes del gen codificar TPMT significa que los individuos no pueden hacer esta conversión, y esto es cuando la azatioprina no convertida se acumula en su médula ósea.

Antes de recibir el medicamento azatioprina, las personas con artritis reumatoide ahora pueden ser examinadas para averiguar qué variante del gen TPMT poseen y si la azatioprina será un tratamiento eficaz para ellos.

Warfarina

La farmacogenómica está ayudando a los médicos a proporcionar a los pacientes la dosis correcta de warfarina.

La warfarina es un anticoagulante, un agente que previene la formación de coágulos sanguíneos.

La warfarina es un anticoagulante, un agente que previene la formación de coágulos sanguíneos. Funciona al interferir con la vitamina K epóxido reductasa, una enzima involucrada en el proceso de coagulación de la sangre. Se prescribe más comúnmente a personas que:

  • ha tenido una afección causada por un coágulo de sangre, como trombosis venosa profunda (TVP: coágulos de sangre en las piernas) y embolia pulmonar (EP: coágulo de sangre en los pulmones), o
  • que están en riesgo de desarrollar un coágulo de sangre, como las personas con válvulas cardíacas artificiales.

Aunque ahora se usa ampliamente, los médicos deben tener cuidado al proporcionar la dosis correcta de warfarina a sus pacientes. Si la dosis es demasiado baja no tendrá ningún efecto, pero si es demasiado alta, el paciente corre el riesgo de sangrar.

Varios factores afectan la dosis que necesita un paciente, uno de los cuales es su composición genética. Muchos estudios se han centrado en identificar los factores genéticos que influyen en la respuesta de un individuo a la warfarina. Estos estudios han encontrado que hay dos tipos de cambios genéticos involucrados:

  • aquellos que afectan la descomposición de la warfarina por enzimas en el hígado. Estos se llaman genes del citocromo P450.
  • aquellos involucrados en cómo el medicamento ralentiza la coagulación de la sangre.

Debido a que la warfarina funciona al interferir con la enzima vitamina K epóxido reductasa, las variaciones en el gen que codifica esta enzima (VKORC1) pueden afectar la sensibilidad de un individuo a la warfarina.

A pesar de saber esto, todavía es difícil aplicar esta información en un entorno clínico porque no se han identificado todos los factores que afectan las respuestas a la warfarina. Por ejemplo, la edad y el peso también juegan un papel.

Por el momento, los médicos confían en su juicio clínico y generalmente determinan la dosis correcta de warfarina comenzando con una dosis muy baja y trabajando hasta que se alcanza la dosis óptima.

Con más investigación, se espera que sea posible desarrollar una prueba para determinar exactamente cuál debe ser la dosis correcta, caso por caso utilizando información genética del paciente.